Camino de Santiago por el Bierzo

El Camino de Santiago

A lo largo de los siglos, a través del Camino de Santiago, nos han ido llegando al Bierzo gentes de otros pueblos, con sus formas de hacer propias y sus culturas, que mezclándose con la nuestra propia la han enriquecido.

Diversos son los puntos desde los que se puede acceder al Bierzo y distintos son los Caminos, pero el que ha gozado de mayor prestigio y tradición es el que cruza el Bierzo de Este a Oeste, por el puerto de Foncebadón, a 1.500 metros de altitud. La silueta de la Cruz del Ferro señala el camino al peregrino. Desde aquí la vista panorámica sobre el Bierzo es cuando menos espectacular. Molinaseca, pequeña población que tiene en el camino jacobeo sus orígenes. Un bello puente medieval de origen romano cruza el río Meruelo. La calle Real conserva un sabor tradicional, en ella se encuentran algunas casas blasonadas. A Ponferrada llega el Camino por dos puntos distintos.

Uno por el Puente Boeza y otro por el puente de la Barca, hoy llamado de Molinaseca, que cruza el río Boeza. Da la bienvenida al peregrino el Hospital de la Reina, construído por Isabel la Católica, la iglesia de San Andrés y el Castillo. Construído en el siglo XII sobre otro anterior, fue regentado por los Caballeros Templarios que se encargaban de proteger a los peregrinos jacobeos. La ruta se bifurca para salir de Ponferrada, o bien por la plaza de la Encina, calle del Reloj y plaza del Ayuntamiento, o bien por el Rañadero.

Era obligado el paso del río Sil por el viejo puente construído por el obispo Osmundo, (Pons ferrata) que dio nombre a la ciudad. Continúa el Camino por el Bierzo BAjo siguiendo en su mayoría el trazado de la antigua carretera Nacional VI. Entra en Cacabelos por el campo de San Bartolo y después de recorrer las calles de mayor solera de la villa, Cimadevilla, Santa María, las Angustias, cruza el río Cúa. A la derecha queda el Santuario de las Angustias. En Villafranca el Camino entra por la iglesia de Santiago. En su puerta Norte, llamada Puerta del Perdón, los peregrinos impedidos obtenían el jubileo.

Otros monumentos dan un merecido prestigio a la villa, tales como la iglesia de San Francisco, la Colegiata, etc. El Camino sigue por la Calle del Agua, de viejas casas y palacios blasonados. Cruza el Burvia y se adentra en el valle del Valcarce, último tramo que el peregrino ha de recorrer antes de dejar atrás las fértiles tierras bercianas y adentrarse en El Cebreiro, ya en la vecina Galicia por el puerto de Piedrafita.

De igual manera que se dice “todos los caminos llevan a Roma”, podríamos afirmar que “todos los caminos conducen a Santiago”, pues tal es la enormidad de los posibles caminos y rutas que llevan a Santiago desde todos los confines, algunos más conocidos que otros. Estas rutas históricamente se han venido realizando no ya sólo como peregrinación o comercio, sino también como travesía, aventurera, viaje, ruta turística o simple excursión.

El Viejo Camino de Santiago, Camino de la Montaña o Camino Olvidado, es una ruta jacobea del Norte de España, que durante la Edad Media fue utilizada de forma habitual para que los peregrinos, llegados de todas partes, pudiesen protegerse mejor de las hordas musulmanas de Almanzor. A medida que la Reconquista avanzaba sobre los reinos musulmanes, este Camino fue perdiendo peregrinos a favor del Camino de Santiago Francés, hasta su total olvido en épocas posteriores. Actualmente, este camino ofrece un paisaje único y especial, y cada vez más personas lo recorren durante todo el año, pues se está señalizando y acondicionando para los peregrinos que decidan recorrerlo.

Históricamente, el Camino viejo comenzaba en Bilbao y terminaba en Cacabelos. Se recorrían aproximadamente 637 Kilómetros de distancia, llegando a Santiago de Compostela en apenas una semana, enlazando con la ruta francesa.

Flechas en El Camino Viejo

En el tramo del Viejo Camino de Santiago en El Bierzo, recorreremos 60 km, desde Colinas del Campo a Cacabelos. Si realizamos esta ruta, es de obligado recibo buscar las señales que los peregrinos fueron dejando a lo largo del camino. En este tramo del antiguo Camino de Santiago existieron y aún se conservan un gran número de monasterios, ermitas, e incluso un hospital de peregrinos entre Cobrana y Congosto, así como un Santuario donde se ganaba el jubileo, el de la Virgen de la Peña y como emblema la Cruz Cercenada (mutilada por Almanzor), de la que la Cruz de Ferro es copia equivalente.

Entre los monasterios que no debemos perdernos en el Bierzo, encontramos los siguientes: El de San Martín, con necrópolis, en la Cruz Cercenada, Santa Leocadia en Quintana, San Fructuoso en Labaniego, en Losada el de San Pedro y San Pablo, el Santuario de la Virgen de la Peña en Congosto y, en Bárcena y Posada, los de San Salvador y San Julián respectivamente. Como ermitas, en cuyos pórticos pernoctaban los peregrinos, destacan la de Santiago en una campa en el monte de los Mozones de Quintana y Boeza, en Quintana la de Santiaguiño, San Adrián, Santa Lucía, el Santo Cristo y San Esteban en Fuseros, y, otras, el Santo Cristo en Losada y la Virgen de la Vega en Cabanillas y San Justo.

Campo de Santiago

El Camino por tierras bercianas comienza en Fasgar y, ya sin carretera, continúa hasta Campo de Santiago donde se levanta una ermita en su honor, ya que fue el lugar donde se dice que el apóstol Santiago apareció en los cielos montando un caballo blanco y puso en fuga a los árabes que allí libraban batalla con las tropas cristianas. Desde Campo descendemos por una senda hasta Colinas, localidad declarada Conjunto Histórico-Artístico y, con el título de uno de los nombres de pueblo más largo del territorio nacional: Colinas del Campo de Martín Moro Toledano. Este nombre procede de una antigua leyenda, dicen que las tropas agarenas estaban bajo las órdenes de Martín Moro, natural de Toledo. Merece la pena recorrer con tranquilidad sus calles empedradas y peatonales para disfrutar de su rico patrimonio arquitectónico, visible en cada uno de sus rincones.

Siguiendo el curso del río Boeza se continúa hasta Igüeña, y de allí a Quintana de Fuseros, conocida como la antigua ciudad templaria de Taurón, reconstruida por éstos para proteger a los peregrinos de los musulmanes. Entre Igüeña y Quintana hay un paraje denominado “La Cercenada”, donde estuvo el monasterio de Santo Martino, cuyo nombre conserva un arroyo. Actualmente, aún se encuentran huellas de una antigua necrópolis. La famosa Cruz Cercenada, se hallaba entre Igüeña y Quintana, junto al monasterio de San Martino.

Desde allí, la ruta sigue por Cabanillas y San Justo de Cabanillas. En este pueblo, es muy interesante observar en su iglesia un antiguo miliario romano, testimonio de la existencia de un antigua vía romana.

Iglesia de Santiago y olivo

Desde San Justo, se avanza hasta Labaniego, un pequeño pueblo berciano con mucho encanto y vestigios del viejo camino por todos los rincones: la iglesia de Santiago escoltada por sus olivos centenarios, con una antigua talla de madera del apóstol peregrino, recogida actualmente en el “Museo de los Caminos” en Astorga; también se pueden apreciar los restos del antiguo convento de San Fructuoso, antigua parada de peregrinaje, situados en la espesura del bosque, en la frondosidad de un robledal de belleza ancestral. Muy cerca del monasterio, en uno de los parajes del pueblo conocido como “La cerca” se encuentran muros de piedras, restos de antiguos asentamientos aún sin datar de forma concreta, y que se cree pueden ser del poblado original de Labaniego, con un antiguo cementerio y recinto del ganado de este monasterio. Merece la pena parar y descubrir tan enigmáticos y misteriosos rincones.

Desde Labaniego, muy pronto el camino lleva a Arlanza, donde merece la pena visitar su molino restaurado en el río Noceda y un antiguo lagar reconstruido u ubicado junto a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.

El siguiente pueblo del recorrido es Losada, antes de entrar al mismo se aprecia la bella ermita del Santo Cristo, recientemente restaurada. A su salida, está Rodanillo, con su iglesia de San Benito. A este pueblo le llaman el pueblo de los carros o de los carreteros, ya que antiguamente había varios talleres dedicados a esta profesión.

Atravesando uno de los alcornocales más septentrionales de España, se llega a Cobrana. En este pueblo, en la esquina de la iglesia de San Tirso, podemos apreciar un viejo cilindro de granito, posiblemente un miliario romano pero sin inscripciones.

Siguiendo camino, en Congosto, pasando al lado de la ermita del Sto. Cristo, hay una magnifica vista del Santuario de la Virgen de la Peña, patrona del Bierzo Alto. Aquí disponían los peregrinos de un alberge y también podían ganar el jubileo en la antigua ermita. Subir supone encontrar un magnifico mirador para contemplar El Bierzo y el pantano de Bárcena, que recoge las aguas del rio Sil.

Pantano de Bárcena

Bordeando obligatoriamente este pantano, se llega a la presa de Bárcena. Saliendo del Bierzo Alto, pasamos por las poblaciones de San Andrés de Montejos y Columbrianos. A escasos metros nos encontraremos con la ermita de San Blas y San Roque, lugar donde se contacta con el más transitado y conocido Camino Francés y se deberá seguir su señalización para llevar a los peregrinos a Santiago de Compostela. Para este enlace, podemos elegir tres alternativas: 5 km. a Camponaraya, 11 a Cacabelos o 18 a Villafranca del Bierzo.

El llamado Camino Francés no es un camino natural, espontáneo, sino un camino buscado, por razones de utilidad comercial y bélica. Leyendo el texto del Códice Calixtino, donde se habla de él, se llega entonces a la siguiente conclusión: para llegar a Compostela había otras alternativas, múltiples caminos, y variantes que enlazan dentro de ellos. Si hacer el Camino de Santiago es hacer la Peregrinación Jacobea, por las motivaciones personales que cada uno tenga, no importa el camino a seguir.

Tanto las instituciones, ayuntamientos como las pedanías por los que discurren estas rutas deberían hacer un esfuerzo por mostrarlas, potenciarlas y enseñarlas o, al menos, señalizarlas. Desde aquí, animamos a los potenciales peregrinos a probar y experimentar antiguos caminos para conocer rincones y parajes inolvidables por el Bierzo en su camino a Santiago de Compostela. ¡Hagamos que el Camino olvidado del Bierzo deje de dormir en el olvido!

En este gráfico se ven los pueblos que atraviesa el Camino Olvidado, las distancias kilométricas a Santiago de Compostela y el espacio recorrido dentro de este camino hasta enlazar en Cacabelos con el Camino Francés:

Colinas del Campo de M. Moro

León

253

60

Igüeña

León

246

53

Quintana de Fuseros

León

237

44

Cabanillas de S. Justo

León

235

42

S. Justo de Cabanillas

León

233

40

Labaniego

León

228

35

Arlanza

León

226

33

Losada

León

224

31

Rodanillo

León

222

29

Cobrana

León

217

24

Congosto

León

215

22

S. Andrés Montejos

León

205

12

Columbrianos

León

204

11

Fuentes Nuevas

León

201

8

Camponaraya

León

199

6

Cacabelos

León

193

0